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מארי

ES MUY IMPORTANTE SABER CÓMO ESCUCHAR. EL AUTÉNTICO ESCUCHAR QUITA LA CARGA DE LA MENTE, LIMPIA LOS DESPERDICIOS DE MUCHOS AÑOS DE FRACASOS > KRISHNAMURTI

Es muy importante saber cómo escuchar. Si saben cómo escuchar, llegarán inmediatamente a la raíz de las cosas. Si escuchan el sonido puro, tendrán un contacto instantáneo con su belleza. De igual manera, si supieran cómo escuchar lo que se está diciendo, habría una comprensión instantánea. Escuchar es enfocar completamente la atención. Ustedes piensan que la atención es una cosa cansadora, que aprender a concentrarse es un largo proceso. 

Pero si realmente saben cómo escuchar, entonces la atención no es difícil y encontrarán que llegan inmediatamente al corazón de las cosas, con un estado extraordinario de alerta.

La mayoría de nosotros no escucha realmente. Nos distraen los ruidos externos o tenemos algún prejuicio, alguna propensión que deforma nuestra mente, y eso nos impide escuchar verdaderamente lo que se dice.

Esto es especialmente así con las personas mayores, porque tienen tras de sí una larga serie de logros y fracasos; son alguien o no son nadie en el mundo, y es muy difícil penetrar las capas de sus formulaciones, de sus conceptos previos. Su imaginación, su condicionamiento, su sentido de la realización personal impedirán que lo que se dice pueda penetrar.

Pero si sabemos cómo escuchar lo que se está diciendo, si podemos escuchar como si escucháramos el canto de un pájaro en la mañana, entonces el escuchar es una cosa extraordinaria, especialmente cuando lo que se dice es algo verdadero. Puede no gustamos, puede que lo resistamos instintivamente; pero si realmente podemos escuchar, veremos la verdad de ello. De ese modo, el auténtico escuchar quita la carga de la mente, limpia los desperdicios de muchos años de fracasos, éxitos, anhelos.

Ustedes saben lo que es la propaganda, ¿no es así? Significa propagar, sembrar o repetir constantemente una idea. Así es como el propagandista, el político, el líder religioso imprimen en la mente de ustedes lo que ellos quieren que crean. También en este proceso hay involucrado un escuchar.

Tales personas repiten continuamente lo que uno debe hacer, qué libros debe leer, a quién debe seguir, qué ideas son correctas y qué ideas son erróneas; y esta constante repetición deja una huella en nuestra mente. Aun si no los escuchamos de manera consciente, eso va dejando una impresión, y tal es el propósito de la propaganda. Pero ya lo ven: la propaganda es meramente un interés creado, no trae esa verdad que uno comprende al instante cuando realmente escucha, cuando presta atención sin esfuerzo alguno.

Ahora ustedes me están escuchando; no están haciendo un esfuerzo para prestar atención, simplemente están escuchando; y si hay verdad en lo que oyen, encontrarán que dentro de ustedes ocurre algo notable: un cambio no premeditado ni deseado, una transformación, una revolución completa en la que sólo reina la verdad y no las creaciones de la mente.

Si puedo sugerirlo, de ese modo tienen que escucharlo todo, no sólo lo que estoy diciendo sino también lo que dicen otras personas; así tienen que escuchar a los pájaros, el silbido de una locomotora, el ruido del autobús que pasa. Encontrarán que cuanto más lo escuchan todo, mayor es el silencio, y ese silencio no es roto por el ruido. Pero cuando están resistiendo algo, cuando erigen una barrera entre ustedes y aquello que no desean escuchar, sólo entonces se genera una lucha.

Ahora bien, ¿no es muy importante ser refinado, tanto exteriormente como interiormente? ¿Saben qué es el refinamiento? Es ser sensibles a todo lo que nos rodea, y también a los pensamientos, a las creencias, a los sentimientos que hay dentro de nosotros. El refinamiento se refleja en las ropas que vestimos, en nuestros modales, en nuestros gestos, en la manera como caminamos, como hablamos, como miramos a la gente. Y el refinamiento es esencial, ¿verdad? Porque sin refinamiento lo que hay es deterioro.

¿Saben qué significa deteriorar? Es lo opuesto de crear, de construir, de tener la iniciativa para progresar, para crecer. El deterioro implica lenta decadencia, marchitamiento; y eso es lo que está sucediendo en el mundo. En los colegios y en las universidades, entre las naciones, entre los pueblos, en el individuo, hay una paulatina decadencia; el proceso de deterioro prosigue todo el tiempo y esto es porque falta refinamiento interno.

Ustedes podrán tener cierta cantidad de refinamiento exterior, podrán vivir en una hermosa casa, alimentarse bien, observar una pulcritud escrupulosa, pero sin el refinamiento interno, la perfección externa de la forma tiene muy poco sentido. Es meramente otra variedad de deterioro. Tener bellas posesiones pero ser internamente groseros, o sea, estar interesados en la propia vanidad y grandiosidad, en las propias ambiciones y logros, es el camino del deterioro.

Existe la belleza de la forma en la poesía o en una persona o en un árbol hermoso, pero sólo tiene sentido a través del refinamiento interno del amor. Si hay amor, habrá refinamiento tanto externo como interno. El refinamiento se expresa exteriormente en la consideración por los demás, en la manera como tratamos a nuestros padres, a nuestros vecinos, al sirviente, al jardinero. El jardinero puede haber creado para nosotros un bello jardín, pero sin ese refinamiento que es amor, el jardín es meramente una expresión de nuestra propia vanidad.

Por lo tanto, es esencial tener refinamiento, tanto externo como interno. La manera como ustedes comen es muy importante: si hacen ruido mientras comen, eso importa muchísimo. El modo como se comportan, los modales que tienen cuando están con sus amigos, la manera como hablan de otros... todas estas cosas importan porque señalan lo que son ustedes internamente, indican si hay o no hay refinamiento interno. Una falta de refinamiento interno se expresa en la degeneración externa de la forma; de modo que el refinamiento externo significa muy poco si no hay amor. Y ya hemos visto que el amor no es una cosa que podamos poseer. Adviene sólo cuando la mente comprende los complejos problemas que ella misma ha creado.

Interlocutor:¿Por qué sentimos orgullo cuando tenemos éxito?

K: ¿Con el éxito hay un sentimiento de orgullo? ¿Qué es el éxito? ¿Alguna vez han considerado qué es tener éxito como escritor, como poeta, como pintor, como hombre de negocios o político? Sentir que internamente hemos logrado cierto control que otros no poseen o que hemos triunfado donde otros han fracasado; sentir que somos mejores que algún otro, que hemos llegado a ser un hombre de éxito, que somos respetados, estimados por los demás como ejemplo... ¿qué indica todo esto? Naturalmente, cuando tenemos este sentimiento hay orgullo: Yo he hecho algo, yo soy importante. El sentimiento del "yo" es, por su misma naturaleza, un sentimiento de orgullo. Así, el orgullo crece con el éxito; uno está orgulloso de ser muy importante, comparado con otras personas.

Esta comparación de uno mismo con otro existe también en nuestro seguimiento del ejemplo, del ideal, y nos brinda esperanza, nos da fuerza, propósito, impulso, lo cual sólo fortalece al "yo", al agradable sentimiento de que uno es mucho más importante que cualquier otro; y ese sentimiento, esa sensación de placer, es el principio del orgullo.

El orgullo genera muchísima vanidad, un engreimiento egocéntrico. Esto pueden observarlo en los adultos y en ustedes mismos. Cuando aprueban un examen y sienten que son un poco más inteligentes que otro, se introduce en ello una sensación de placer. Es lo mismo cuando superan a alguno en una discusión o cuando sienten que son físicamente más fuertes o más hermosos: inmediatamente hay un sentimiento de la propia importancia. Este sentimiento de la importancia del yo engendra inevitablemente conflicto, lucha, dolor, porque uno tiene que sostener su importancia todo el tiempo.